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Lerma, una parada en el camino

Cuando preparamos un viaje en coche siempre nos gusta tener localizados en el mapa algunos puntos de interés donde realizar las paradas en ruta para que los niños se despejen. A veces son cortos descansos en áreas de autopista, pero otras veces para que se aireen un poco más, buscamos pueblos con más interés y de esta manera combinanos el descanso a mitad de camino con una visita turística.

En nuestro regreso a casa desde la Ribera del Duero decidimos parar en Lerma (Burgos). Se había hecho la hora de comer y habíamos leído que era un pueblo con historia, así que preferimos pasear por allí antes que comernos un bocadillo en cualquier bar de carretera. Y la decisión fue de lo más acertado. Aparcamos el coche en la Plaza Mayor de Lerma, presidida por el Palacio Ducal, actualmente Parador Turístico.  

Empezamos a pasear y rápidamente sus calles adoquinadas y sus cuidados edificios nos cautivaron. Desde la Plaza Mayor, una de las más grandes de España, tomamos la Calle de la Audiencia en dirección a la Colegiata de San Pedro y su cuidado jardín.

Plaza de San Pedro
Durante nuestro paseo nos cruzamos con varios conventos y monasterios, recordándonos la importancia de la vida monástica en esta villa. En la actualidad existen tres conventos habitados por monjas de clausura carmelitas, clarisas y dominicas.

Desde la Plaza de Santa Clara se obtienen unas magníficas vistas sobre la vega del río Arlanza. En esta plaza encontraremos el Mirador de los Arcos, parte conservada del pasadizo que el Duque de Lerma utilizaba para desplazarse hasta la Colegiata de San Pedro sin tener que pisar la vía pública.

Plaza de Santa Clara y Mirador de los Arcos 
Pasadizo del Duque de Lerma
Continuando nuestro paseo llegaremos hasta el núcleo medieval de Lerma presidido por el Arco de la Cárcel, antigua puerta de la muralla que se habilitó como cárcel. Junto a él, la antigua plaza de la villa con soportales típicos de la época medieval.

Arco de La Cárcel en la muralla de Lerma
Antigua Plaza de la Villa en la época medieval
Y qué decir de la comida...entramos en La Taberna del Pícaro de la Plaza Mayor y probamos especialidades de la zona: morcilla burgalesa, cecina, embutido de la zona, queso del Valle de Esgueva y ¡unas croquetas de jamón caseras que aún recordamos!

Comentarios

  1. He pasado muchas veces cerca de Lerma pero la verdad es que nunca he entrado a visitarlo. Pero veo que es un pueblecito que bien merece la pena. Así que la próxima vez que pase cerca haré una paradilla.
    Saludos

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  2. Tiene mucho encanto, te animamos a que lo visitéis :)

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  3. La verdad es que hay tantos rincones bonitos en España... A mi estos pueblos típicos y de piedra me encantan.

    Saludos.

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