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Berlín con niños: Museo de la Técnica ("Deutsches Technikmuseum")

Uno de los aspectos que más nos ha gustado descubrir de nuestro viaje a Berlín con niños es la cantidad de museos y planes que hay para que los niños disfruten.



Una de las mañas la dedicamos a visitar el Museo de la Técnica de BerlínLlegamos al Museo de la Técnica de Berlín ("Deutsches Technikmuseum") sin saber exáctamente lo que íbamos a encontrar. Yo imaginaba algo parecido al Museo CosmoCaixa de Barcelona donde los niños puedes tocar y experimentar las leyes de la física. No es exactamente así. 

El Museo de la Técnica de Berlín repasa en diferente plantas la evolución de diferentes técnicas, es un espacio en el que conocer y experimentar la evolución de la tecnología en diferentes ámbitos: comunicaciones, fotografía, video, televisión, la navegación en el mar, aviación, ferroviaria...

Está ubicado en una antigua estación de trenes de mercancías, aquí también estaban ubicadas las oficinas ferroviarias y dos almacenes de una antiguas fábrica, su aire industrial acompaña a hablar sobre la evolución de la tecnología. 




La primera que vimos estaba dedicada a los medios de comunicación. Aquí pudimos ver todo el progreso en temas de bits y ordenadores, la televisión, los platós de grabación, radios y teléfonos. 



En otra parte del museo encontramos una exposición de fotografía, fue curioso ver toda la evolución que han tenido las cámaras, las que llevaron los exploradores a las colonias alemanas en África, los predecesores de los drones y un sinfín de artículos antiguos, modernos y del futuro relacionados con el mundo de la fotografía. Aprendimos a utilizar la cámara oscura y a hacer una fotografía con ella.




Del mismo modo también hay una parte dedicada a la evolución del mundo de las cámaras de video y del cine. Lo que más nos llamó la atención fueron las máquinas con dos imágenes fijas que al girarla parecía una imagen en movimiento. A los niños también les gustó ver funcionar los fotogramas, descubrir que las películas empezaron siendo mudas y en blanco y negro y un montón de cosas que nunca se habían planteado.



Otra de las plantas está dedicada a la evolución de la química y de la medicina, mezclas de principios activos, átomos y protones.

Una de las partes del museo que más nos gustó fue la dedicada a la historia de los trenes. Desde el tren de carbón, pasando por los primeros trenes de pasajeros hasta los del siglo XXI. Lo más impactante fue ver un vagón de los trenes en los que eran transportados los judíos a los campos de concentración, vagones de madera totalmente minimalistas con pequeñas ventanas que contrastaban con los trenes del Reich, decorados con la esvástica y el águila mucho más lujosos. 







Hay billetes de tren antiguos, fue muy curioso encontrar billetes de tren de España, incluso había billetes del tranvía que recorría nuestro barrio.

La zona dedicada a los aviones es de las más espectaculares, junto con la de los trenes y los barcos. Se pueden ver desde los primeros modelos de aeroplanos, un coche con alas y otros inventos del hombre para intentar dar los primeros pasos en el aire. En cuanto a aviones hay modelos bélicos y de pasajeros. 




La zona dedicada a la evolución de los transportes marítimos es muy interesante. Desde las primeras barcazas y piraguas utilizadas para desplazarse por ríos y mares, pasando por un barco de vela y un barco de vapor.

En el jardín exterior del museo hay dos molinos antiguos y una bomba de agua.



El precio de la entrada es de 8 euros pero si adquieres la Berlin Welcome Card tienes un descuento importante de más de un 30% en la entrada de los adultos (al final la entrada nos costó 6 Euros) y un descuento de más de un 55% en la entrada de los niños (pagamos 3,50 Euros).

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