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Matarraña con niños: Territorio Dinópolis, paisajes y pueblos encantadores

En Peñarroya de Tastavins, en pleno Matarraña, se encuentra la sede de Territorio Dinópolis Inhóspitak. Una réplica a tamaño real de Tastavinsaurus de diecisiete metros nos dio la bienvenida. 



Este herbívoro habitó este lugar hace millones de años, siendo en aquella época una zona costera bañada por un mar. Sus restos fueron descubiertos en Peñarroya de Tastavins y los originales se exponen en vitrinas en la misma sede Inhóspitak en Peñarroya. 



En esta sede del Territorio Dinópolis se explica en qué consiste la labor de los paleontólogos y, mediante audiovisuales, se pueden ver imágenes del trabajo que realizan. Al final de la visita, los niños pueden desenterrar fósiles en un arenero y llevarse un diente de dinosaurio de recuerdo.

La visita a la sede Inhóspitak del Territorio Dinópolis dura unos cuarenta y cinco minutos aproximadamente y el precio son cinco euros por adulto y cuatro euros la entrada infantil (para niños de 4 a 12 años, menores de 4 años entrada gratis). También podéis visitar la sede con el Pasaporte Territorio Dinópolis del que ya os hablamos aquí, sale mejor de precio y además optáis a premios. O combinar varias modalidades de entradas. Para ver más detalles de los diferentes tipos de entradas podéis ir a este link.




Para completar la visita os sugerimos hacer una ruta por el Matarraña con maravillosos paisajes y villas encantadoras consideradas como algunos de los pueblos más bonitos de EspañaLos centros históricos de Beceite, Calaceite y Valderrobres son de visita obligatoria. Pueblos medievales que conservan algunas de sus calles como antaño. 

Valderrobres, presidido por el Castillo del siglo XIV y el puente de piedra. Aquí encontraréis alguna de las calles más bonitas de la zona, como esta tan bucólica cerca del Castillo y que parece sacada de la zona de la Toscana italiana o la Provenza francesa.






Pasear por las calles del centro histórico de Beceite es más que recomendable. Sus arcos de piedra le dan un encanto especial.

Calaceite es uno de los pueblos de la zona que más nos gustó. Quizá porque a pesar de ser Semana Santa no estaba tan abarrotado como el resto. Un paseo por sus calles empedradas resguardadas por puertas con torres que vigilaban la villa es uno de los mejores recuerdos que nos llevamos de la zona. Totalmente imprescindible si se visita el Matarraña.




Cerca de Beceite, la excursión a el Parrizal discurre por el río Matarraña y es una de las más conocidas de la zona. Desde el parking 3 hasta el inicio de la zona de rocas hay un paseo de ochocientos metros. A partir de aquí, y siempre que las lluvias no hagan la zona impracticable, se puede subir cuatro kilómetros río arriba entre troncos, pasarelas y rocas. Imprescindible llevar calzado adecuado para este tramo.




Cerca de Valderrobres, dirección La Fresneda, se encuentra el Salt. Un espectacular salto de agua que merece una visita. El núcleo de La Fresneda también es digno de visita.

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Desde aquí queremos dar las gracias a Dinópolis Teruel por su apoyo para que la visita a la sede de Inhóspitak en Peñarroya de Tastavins fuera posible.

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